El pasado 28 de noviembre, en la representación en Italia de la Comisión Europea en Roma, tuvo lugar un encuentro entre los representantes de las instituciones, del Gobierno y del sector productivo italiano. Entre los ponentes, estuvieron presentes exponentes del mundo de la empresa, de las finanzas y del sindicato, como por ejemplo la Europarlamentaria Luisa Regimenti, vicejefe de delegación del PPE en Bruselas, el vicepresidente del Senado Maurizio Gasparri y los honorables Alessandro Battilocchio, Erika Mazzetti y Raffaele Nevi. Los trabajos del Foro, moderado por el presidente de ESG89 Giorgetti, han sido abiertos por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional Antonio Tajani.
Los temas que se debatieron fueron esencialmente tres: Europa, como lugar de intercambio democrático; la energía y el desarrollo sostenibles, otro tema candente de la agenda europea e italiana; exportación y digitalización, dos grandes volantes de la economía nacional actual.
Entre las muchas contribuciones a la reflexión sobre el tema, nos complace detenernos en lo que dijo nuestro fundador, Lamberto Marcantonini.
Como persona con visión de futuro que siempre ha demostrado ser, Lamberto invita a una reflexión nada banal: es necesario dejar de vivir en el «contingent» y comenzar a razonar sobre cómo movernos, desde un punto de vista de la gestión de los recursos energéticos, proyectándonos a medio-largo plazo.
La actual situación económica y el aumento de los costes del gas nos imponen una verdadera revolución cultural: si no podemos (al menos todavía) sustituir totalmente el combustible fósil por fuentes naturales, es necesario aprender a reducir los derroches. También en el mundo industrial.
Pero no es suficiente: la invitación de Lamberto es también aprender a utilizar las energías provenientes de fuentes naturales cuando estén disponibles y, cuando sea posible, implementar estrategias de acumulación y reutilización alternativas a las baterías obsoletas.
Agudo observador de la realidad, nuestro fundador ha tocado algunos temas de apremiante actualidad: es necesario repensar nuestro modo de trabajar, de consumir y de producir y, al mismo tiempo, es necesario invertir en investigación y desarrollo de tecnologías que hagan, de verdad, las energías renovables más eficientes (como las realidades productivas requieren) y más apetecibles para todos (como nuestro Planeta merecería).
De lo contrario, siempre nos veremos obligados a trabajar en situaciones de emergencia, persiguiendo recursos que se agotan gradualmente y que son perjudiciales para el medio ambiente, o que aún no son suficientes para nuestras necesidades. La invitación, por lo tanto, es comenzar a mirar hacia adelante, imaginando el futuro que nos gustaría vivir y que nos gustaría entregar a nuestros hijos.